La artrosis de cadera, también conocida como osteoartritis de cadera, es una afección degenerativa crónica de las articulaciones que afecta la cadera, una de las articulaciones más grandes y fundamentales del cuerpo. Esta enfermedad se caracteriza por el deterioro progresivo del cartílago que recubre las superficies articulares de la cadera, lo que conduce a una serie de síntomas y limitaciones en la función.

La cadera está formada por la cabeza del fémur (el hueso del muslo) y el acetábulo (la cavidad en la pelvis). El cartílago articular que recubre estas superficies permite un movimiento suave y sin fricción, actuando como un amortiguador natural. Sin embargo, en la artrosis de cadera, este cartílago comienza a desgastarse gradualmente, lo que provoca que los huesos se rocen entre sí, causando dolor, inflamación y rigidez.

Los factores de riesgo para desarrollar artrosis de cadera incluyen la edad avanzada, la predisposición genética, lesiones previas en la cadera, deformidades congénitas, sobrepeso u obesidad, actividad física intensa o inapropiada, y enfermedades articulares inflamatorias.